Creencias limitantes, ¿qué hacer con ellas?
Estimad@s amig@s, hoy voy a hablar un poco sobre las creencias.
Las creencias son ideas que consideramos ciertas y verdaderas. En ocasiones, les damos tanta credibilidad, que ni siquiera nos las cuestionamos. Y en otras ocasiones, están tan arraigadas en nuestra mente, que ni siquiera somos conscientes de que están ahí, dirigiendo nuestras vidas sin ningún tipo de control.
Sí, porque nuestras creencias influyen en las decisiones que tomamos en nuestra vida, conduciéndonos hacia una dirección o hacia otra.
Si queremos practicar escalada en Los Pirineos o en Los Picos de Europa, pero creemos que es muy difícil y que no seremos capaces de hacerlo (aunque físicamente seamos perfectamente aptos para hacerlo), es posible que no lo intentemos nunca. En cambio, si creemos que sí estamos capacitados para subirlo y que sería maravilloso intentarlo, entonces es muy probable que no sólo lo hagamos, sino que además nos animemos en un futuro a escalar en otros lugares de mayor dificultad.
¿Os dais cuenta? En el primer caso, nos bloqueamos, nos paralizamos porque pensamos «¿para qué lo voy a intentar si sé que no voy a poder?» Olalaaaaaa, pero bueno!, ¿esto qué es, un hecho o es sólo una opinión? Este tipo de creencias se llaman limitantes, porque nos impiden ir hacia lo que deseamos, en este caso, practicar la escalada.
Cuando nos veamos en una situación de este tipo, antes de tomar una decisión, preguntémonos:
- Si lo que creemos es realmente un hecho objetivo (algo probado y contrastado), o si por el contrario, es sólo algo que pensamos y que, por tanto, es subjetivo –> Por ejemplo, un escalador experimentado puede creer que es fácil escalar una pared montañosa determinada porque lleva muchas horas de entrenamiento en su espalda. En cambio, alguien que no ha escalado nunca, y que siente muchos deseos de hacerlo, puede creer que escalar esa misma pared es algo muy difícil e imposible para él (aunque reúna todos los requisitos necesarios para ello) cuando en realidad, si se lo propone y con una previa preparación podría hacerlo.
- Si esa creencia es nuestra o heredada de nuestros padres o educadores –> Por ejemplo, Marcos puede amar los animales y creer al mismo tiempo que los perros son peligrosos (aunque nunca haya sido atacado por uno). Pero si empezamos a investigar, descubrimos que a la abuela de su madre le dio un día un perro un susto cuando regresaba de noche a su casa (el perro la oyó pasar y ladró dando un susto de muerte a la buena señora). ¿Creéis que esta creencia «los perros son peligrosos» es de Marcos (a consecuencia de su propia experiencia de vida)? o ¿la ha heredado de su madre que le tiene pánico a los perros desde que supo lo del susto de su abuela, y que ha estado repitiendo a Marcos durante toda su infancia «que no se acerque a los perros que son peligrosos»?
- Cuestiónate lo que te cuentan. Observa si resuena en ti o no –> Me explico: No pretendo que te cuestiones todo lo que has aprendido, pero sí lo que represente un obstáculo para ti, lo que te bloquee o te impida conseguir algo que quieras hacer… Tod@s estamos influidos por nuestro entorno, nuestra familia, cultura,…. Y tod@s tenemos creencias aprendidas, ideas que se nos transmitieron en un momento dado de nuestras vidas (sobre nosotr@s mism@s y sobre nuestro entorno) y que las integramos como nuestras, aunque ni siquiera nos haya demostrado nadie que son ciertas: para los niños Papá Noel y Los Reyes Magos existen aunque nunca los hayan visto; también hace siglos se creía que la Tierra era el centro del Universo y después se ha demostrado que no; o bien, cuando éramos niños, nos han repetido muchas veces que no servimos para hacer algo cuando, en realidad, no tiene por qué ser así…).
Si esto te está ocurriendo, es hora de transformar estas creencias limitantes en creencias potenciadoras, es decir, transformar las creencias (sobre ti mism@ y sobre tu entorno) que te impiden actuar para conseguir algo que quieres, en creencias que te impulsen a actuar y perseguir aquello que quieres.
Desaprende lo aprendido que te limita y aprende algo nuevo que te ayude a actuar para conseguir tus objetivos. Si te lo propones, puedes conseguirlo.