El valor de una sonrisa
“No cuesta nada y genera muchos beneficios”
Enriquece a quienes la reciben,
sin empobrecer a quienes la dan.
Ocurre en un instante,
y su recuerdo puede durar para siempre.
Por muy rico que seas, la necesitas,
y hasta el más pobre, puede disfrutar de ella.
Aporta felicidad en el hogar,
apoyo en el trabajo
y complicidad entre los amigos.
Es reposo para el cansado,
luz para los decepcionados,
sol para los tristes
y el mejor antídoto contra las preocupaciones.
No puede comprarse, prestarse, ni robarse,
porque es algo que cobra su valor cuando se da.
Y si alguna vez, te encuentras a alguien que no sabe darte una sonrisa,
regálale una tuya; porque nadie necesita tanto una sonrisa
como aquél a quien ya no le queda ninguna que dar.
– Anónimo –
La sonrisa es una expresión facial innata al ser humano que aparece durante la gestación entre las semanas 16 y 20. Es uno de los primeros gestos en manifestarse. Es decir, que sonreímos desde que somos fetos, es una expresión innata, no aprendida.
Aunque puede tener distintas connotaciones, en la mayoría de los casos, solemos relacionar la sonrisa con sentimientos placenteros y de satisfacción.
¿Has oído la expresión “Una sonrisa vale más que mil palabras”? Llevo años oyéndola y es que la sonrisa tiene muchas virtudes y ventajas. La pena es que, en la mayoría de nosotros, esta se va relegando a un segundo o tercer plano cuando nos volvemos adultos y vivimos inmersos en nuestras preocupaciones, el estrés, el cansancio, un ritmo de vida acelerado…
Vamos a recordar cuatro de los principales beneficios de sonreír avalados por la Ciencia:
-
Sonreír ayuda a ser más feliz:
A nosotr@s mism@s y a los demás.
Es obvio que sonreír tiene un efecto muy positivo sobre ti mism@. La propiocepción es un sistema de comunicación de doble sentido entre tu cerebro y tu cuerpo.
De un lado, cuando algo te pone contento, tu cerebro envía un mensaje a tus músculos y le ordena a tu cara que sonría. Sin embargo, si sonríes a conciencia y sin motivo aparente, tu cerebro interpreta que estás sonriendo porque hay algo que te está poniendo content@, y libera sustancias químicas capaces de alegrarte, por lo que tu estado emocional mejora (ver estudio How Does Facial Feedback Modulate Emotional Experience? ).
También puede pasar lo contrario. Un reciente estudio demostró que la gente que se inyecta Botox en las patas de gallo y pierde la capacidad de sonreír con naturalidad, tiene más tendencia a deprimirse.
Del mismo modo, la sonrisa es contagiosa y contagiarla a alguien que la necesita (porque está triste, fatigad@, decepcionad@…), le ayudará a sentirse mejor, aunque sea por un momento y, en consecuencia, a ti también porque gracias a ti esa persona se sentirá mejor por un instante.
-
Reduce el estrés:
Sonreír contribuye a reducir los niveles de hormonas causantes del estrés (adrenalina, cortisol y dopamina).
Sonreír, aun sin motivo aparente, es una de las técnicas empleadas (entre otras) para crear un estado emocional positivo que contrarreste al estado negativo que nos genera la sensación de estrés, aunque dependiendo del grado de intensidad de este último, causará mayor o menor resultado en nosotr@s.
-
Mejora la salud:
La ciencia ha probado que sonreír libera endorfinas, serotonina y otros químicos naturales que produce nuestro cuerpo y que contribuyen a mejorar nuestro bienestar y, por ende, a ser más felices.
-
Aumenta la creatividad y las probabilidades de éxito:
Las personas que sonríen con frecuencia suelen ser consideradas personas optimistas, y una persona optimista se caracteriza por experimentar más emociones positivas que negativas a lo largo de su vida.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Negocios de Warwick, Reino Unido (2010), descubrió que la felicidad tiene un efecto significativo y causal en el desempeño. Contribuye a que las personas sean más creativas ante la resolución de problemas y más exitosas en su trabajo. En cambio, estar sometido a emociones negativas es agotador y puede conducir justo a lo contrario.
Según un estudio del 2013 de la Universidad de California en San Francisco, las personas que eran más felices tenían un enfoque más integral de sus problemas, mejorando la capacidad de pensar en más soluciones que aquellas con tendencia a ser más negativa. Parece ser que una de las razones es la liberación de la dopamina, ya que este neurotransmisor está estrechamente relacionado con el aprendizaje, pues aumenta la motivación, la memoria y la atención.